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Intelectual completa, integral en sus intereses profesionales y literarios (hizo de todo y escribió de todo, siempre de manera brillante), Rosario Castelanos nunca dejó de ser afable y divertida, pese a sus desventuras personales, .
Abordó el tema indígena sin paternalismo ni idealizaciones:
«Uno de sus defectos principales (de la corriente indigenista) reside en considerar el mundo indígena como un mundo exótico en el que los personajes, por ser las víctimas, son poéticos y buenos. Esta simplicidad me causa risa. Los indios son seres humanos absolutamente iguales a los blancos, sólo que colocados en una circunstancia especial y desfavorable… Los indios no me parecen misteriosos ni poéticos. Lo que ocurre es que viven en una miseria atroz.»
Defendió la igualdad de la mujer de manera mesurado, sin caer en el extremismo:
“En México, cuando pronunciamos la palabra mujer nos referimos a una criatura dependiente de una autoridad varonil. Ya sea la del padre, la del hermano, la del cónyuge, la del sacerdote».
Su novela, Rito de iniciación, y sus cuentos: Lección de cocina, Los convidados de Agosto y Modesta Gómez, encendieron el debate sobre el papel de la mujer en un mundo dominado por hombres.
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Las tradiciones de la cultura mexicana sirven de trasfondo a Los convidados de agosto.
La autora muestra a la mujer oprimida viviendo en un mundo convencionalista y machista. Emelina es una joven que lucha por su libertad sin pensar en la desigualdad del fuerte sobre el débil. Ella es, simplemente, el triste reflejo de otras mujeres que también han sido condenadas por una sociedad injusta.
(Sonia Corp)
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La mujer que dibuja Rosario Castellanos, en el cuento Modesta Gómez, es una mujer del campo, sin estudios, sumisa y muy joven. En el pueblo, no tiene otra alternativa que trabajar como
criada. Por cierto, tuve que apelar al Diccionario de Google para entender el vocabulario mexicano. Incluso encontré en otro de sus cuentos una receta de cocina tuscana. Me gustó la manera en que la protagonista, después de que la echaron de la casa donde trabajaba, no se amedrenta y hasta siente orgullo de haber encontrado un padre para su hijo. Se percibe lo difícil que resulta progresar para las mujeres en condiciones de pobreza y abandono.
(Cristina Melman)
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Me gusta cómo la autora recrea los pequeños detalles cotidianos en Lección de cocina. Hace con ellos un dibujo de la vida y de todos los pesares que, en su caso, son más que las alegrías. No se puede pensar que el papel de la mujer sea ese; y, además, una pequeña tortura estar rindiendo siempre examen de perfección, la cual está lejana a la realidad. Más que un compañero de vida parece estar frente a un jefe. Eran otras épocas y México, sin duda, ha sufrido mucho el machismo. Al final, algo triste para ambos…. Y la ilusión del matrimonio termina como la carne quemada, en un bote de basura. Coinciden estas mujeres en sentirse, por serlo, seres inferiores. El estereotipo de debilidad y fuerza, mandato y obediencia, no le da paso, ni remotamente, a la felicidad. Muy bien escrito; y original.
(Irene López)
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El cuento Modesta Gómez me produjo una profunda desazón. Se nos relata la imposibilidad de la protagonista de mejorar su vida, siempre a merced de las circunstancias, aceptando lo que le tocó en suerte y sin poder rebelarse. Su vida fue sacrificada y sufrida, pero aceptó su destino con dignidad.
(María E. Olmos)
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¿Lección de cocina o Lección de vida? La lectura es amena y la disfruté. La materia no se destruye solamente se transforma, como el trozo de carne en el horno, y la narradora (esposa) admite que ha ido al matrimonio para cambiar su vida, dispuesta a llegar al sacrificio a cambio de algunos beneficios sociales. ¿Por qué el matrimonio es un sacrificio para esta mujer? ¿Se le exige lo que no quiere dar? Ella está dispuesta a dar el cuerpo pero no su identidad. Y ese es el conflicto que enfrenta: convertirse en otra “neurótica cavilosa” más. Interesante.
(Oneida Tam)
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En Los convidados de agosto nos encontramos con una dama que cifra muchas esperanzas para su futuro, donde apareciera un caballero y así saber de los encantos de los deseos terrenales y más allá. La festividad, el ambiente musical y fiestero, invitan a que el hombre y la mujer se permitan el lujo de dejarse llevar por los instintos.
(Fabio Albarracín)
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En medio de la celebración del pueblo, Emelina, la protagonista de Los convidados de agosto, una mujer a quien los años se le han ido pasando, sale en busca de una conquista o algo diferente para salir de su monotonía.
(Luz H. Albarracín)
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En Modesta Gómez la autora, mediante un estilo detallado y vívido, presenta la vida de una ladina (mestiza) nacida dentro de una familia rural de escasos recursos, quien se ve obligada a trabajar como criada en casa de gente adinerada. Modesta tiene que afrontar abusos, humillaciones y vejaciones por parte de esta familia. Todas estas experiencias la limitan para buscar un mejor futuro. Desafortunadamente, esta ha sido una constante que se ha repetido una y otra vez en muchos países de América Latina, incluso en nuestros días. La autora trata temas como el machismo, el abuso de poder, el abuso sexual y la diferencia de clases sociales, en particular, el maltrato hacia la población indígena. Seguirán existiendo otras Modestas y se repetirán estas historias, si no se toma conciencia para valorar y respetar al ser humano y, en especial, a la mujer.
(Lucero Jiménez)
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¿Y qué se cree este Enrique Alfaro? Se convierte en juez de la moral de Emelina, de sus deseos totalmente legítimos. En Los convidados de agosto la increpa, la sacude, le reclama, la deshonra, y cuando la suelta se va al burdel que frecuenta a calmar sus ímpetus varoniles. Típica reacción masculina: la «ley del embudo», lo ancho para mí, lo angosto para ti.
(Marylena Sosa)
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Lección de cocina nos deja ver hasta qué punto nuestra sociedad nos quiere transparentes.
La dueña de casa, eficaz anfitriona, siempre complaciente, cumple la rutina de género sobre los oficios del hogar. Nuestro personaje no es feliz y lo sabe, ha renunciado a su yo interno por cumplir ese papel que quizá desde muy niña le fue inculcado. Castellanos nos abre las puertas a través de una simple preparación de un trozo de carne (¿el personaje se siente como tal?) y nos muestra una vida predeterminada por la sociedad y de la que no parece haber escape. Personalmente le di un final: quiero pensar que nuestra recién casada, en algún momento, tomará conciencia, crecerá, abrirá sus alas y recuperará su identidad y libertad.
(Ada Pauli)
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