Tres grandes escritores de septiembre

Este mes es especialmente significativo para la narrativa de Estados Unidos: Francis Scott Fitzgerald nació el 24; William Faulkner, el 25; y Truman Capote, el 30

Diario Las Américas, 10 de septiembre de 2019 – Por EMILIO J. SÁNCHEZ

2398256050_01dca49174_b[1]Rowan Oak, casa-museo de William Faulkner en Oxford, Mississippi

Fitzgerald tuvo una vida complicada; nacido en St. Paul, Minnesota en 1898, desde muy joven quiso ser escritor y sufrió el rechazo de las editoriales. A los 24 años, con la publicación de A este lado del Paraíso (1920), conoció el éxito y la fama, pero también la disipación y el derroche.

Antes de que el alcoholismo y las deudas lo acosaran pudo escribir su obra maestra: El gran Gatsby (1925). Sus cuentos le avergonzaban y —se quejaba— habían apagado su inspiración, pero le dieron el dinero que necesitaba para sufragar su despampanante tren de vida. Lo reconoce en sus cartas: “Nada que contar, salvo que ahora cobro 2.000 dólares por cuento y que son cada vez peores”.

Hollywood, adonde fue a parar como guionista, tampoco le proporcionó demasiada alegría. Sus últimos años los vivió en bloqueo creativo, enfermo, y soportando el peso de tener a Zelda, su esposa, encerrada en un manicomio.

La novela perfecta

Integrante de la llamada Generación Perdida, se le ha catalogado como el cronista de la Era del jazz, en la que él mismo era protagonista. El sueño americano que pintó en sus libros en tonos de desenfreno prefiguró la pesadilla de la crisis de 1930.

Ernest Hemingway, a quien conoció en Paris, le criticaba por sus relatos “ligeros”, esas historias de amor y glamur juveniles que, sin embargo, leídas casi un siglo después rezuman frescura y encanto.

En su género favorito —la novela— recogió lo mejor de la técnica literaria de sus predecesores y contemporáneos. Diseñaba en detalle estructura, trama y personajes, y era sumamente cuidadoso con su escritura: sencilla, elegante y de vuelo poético.

En 1940, enfermo y desmoralizado, murió de un ataque al corazón en Hollywood en el apartamento de la columnista Sheilah Graham, con quien vivía desde hacía tres años. Tenía 44 años.

Además de las novelas citadas, y de una decena de magníficos cuentos, nos dejó Hermosos y malditos (1922), Suave es la noche (1934) y El último magnate (inconclusa, publicada póstumamente, 1941). Fitzgerald fue, sin duda, una de las grandes figuras literarias del siglo XX y sus obras siguen cautivando a miles de lectores.

Otro miembro de la Generación Perdida fue William Faulkner, nacido en New Albany, Mississippi, en 1897. Considerado uno de los más relevantes escritores estadounidenses de todos los tiempos, escribió poesía, cuento, novela, teatro y guiones de cine. Como Fitzgerald, sufrió al principio la incomprensión de las editoriales, e igualmente tuvo serios problemas con el alcohol. Necesitado de dinero, también escribió relatos y se fue a Hollywood a trabajar como guionista. Le fue tan bien, que pasó allí 20 años.

Antes de dedicarse por entero a la creación literaria, Faulkner se desempeñó como pintor de brocha gorda, carpintero, bombero y cartero. Finalmente, su talento se impuso y logró el reconocimiento en vida.

La novela tragedia

Sus innumerables innovaciones técnicas (monólogo interior, flujo de conciencia; frases largas, sin puntuaciones; multiplicidad de puntos de vista; saltos temporales) podrían hacer algo difícil la lectura de sus obras. Empero, vale la pena explorar ese mundo extraño y atroz del Sur profundo, donde la tragedia la protagonizan hombres mutilados por el odio, la soledad y la represión sexual. Tal vez bastaría saber por qué influyó y deslumbró a tantos.

Faulkner no le da tregua al lector. En cierta ocasión le pidieron una sugerencia para quienes lo leían dos o tres veces y no lo entendían. Respondió: “que lo lean cuatro veces”. Se inventó un territorio: Yoknapatawpha, donde se desarrollan buena parte de sus novelas, entre las que se destacan ¡Absalón, Absalón! (1936), El ruido y la furia (1929), Mientras agonizo (1930) y Luz de agosto (1932).

Vivió retirado del mundo en medio de las arboledas de su residencia de Rowan Oak, en Oxford, Mississippi. Murió en 1962 de un paro cardíaco en una institución para alcohólicos a los 64 años.

Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1949 y ganó dos veces el Pulitzer con Una fábula (1954) y La escapada (1962). En su discurso de aceptación del Nobel señaló que la literatura debía expresar “los sentimientos contradictorios del corazón humano” y que únicamente sobre estos valía la pena escribir.

Truman Streckfus Persons o Truman Capote nació en New Orleans, el 30 de septiembre de 1924. Escritor precoz, también fue periodista, dramaturgo y guionista.

Durante la niñez Capote sufrió el abandono y la indiferencia de sus padres. Según cuenta, la literatura fue su salvación. Comenzó a escribir a los 8 años y, con el tiempo, vio aparecer sus relatos en magazines de gran tirada.

A los 21 años con el cuento “Miriam”, que publicó la revista Mademoiselle, ganó el premio O. Henry, el más prestigioso en el género desde 1919. Dos años después, en 1948, su primera novela Otras voces, otros ámbitos mostró el genio de Capote y le despejaría el camino.

La novela de no ficción

Su creación más celebrada fue A sangre fría (1966), que le convirtió en referente literario mundial. En ella relata, combinado literatura y periodismo, el asesinato de una familia de granjeros en un pueblito de Kansas.

En apenas unos meses la novela —cuya redacción le tomó tomó seis años— logró vender más de 300.000 ejemplares. Convertido ya en celebridad le sacó partido a su histrionismo, mordacidad y archivo de chismes. Eso lo colocó en el centro del interés de los medios de comunicación y convirtió en figura mimada de ricos y famosos.

En sus últimos años quiso describir las interioridades de la vida de la High Society que tanto había frecuentado. La publicación en Esquire de adelantos de Plegarias atendidas (inconclusa, 1987) provocó la indignación y el repudio de sus amistades. Al final, esta quedó inconclusa y Capote desolado y hundido. Drogas, alcohol y sexo le sirvieron de consuelo, pero eso minó su salud y potencial creativo.

Tenía 59 años cuando murió en 1984 de una insuficiencia hepática en Los Angeles. Había pasado la noche en el apartamento de su amiga, Joane Carson.

Capote dejó a la posteridad varios libros de cuentos, reportajes periodísticos y de viajes, y, además de las novelas mencionadas, El arpa de hierba (1951), Se oyen las musas (1956), Desayuno en Tiffany’s (1958). Medio siglo después, Capote consigue aún atraparnos con su prosa amena, ingeniosa e iluminadora.

Fitzgerald, Faulkner y Capote integran un excepcional trío de narradores del siglo XX. Nacieron en septiembre y se instalaron para siempre en la historia de la literatura y el imaginario social de los norteamericanos.

Periodista, profesor de Nova Southeastern University

emilscj@gmail.com

www.sehablaespanolblog.wordpress.com

 

FEMINISTA Y ESCRITORA DE BEST-SELLERS

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La chilena Marcela Serrano (Santiago de Chile, 1951-) forma parte —junto con Allende y Mastretta— del trío de escritoras que ha cosechado en los últimos años éxitos editoriales sin precedentes. Sus obras se han traducido a numerosos idiomas y es, hoy por hoy, una figura reconocida dentro de la literatura latinoamericana actual.

Su estilo directo y fluido se ganó el favor de los asistentes al curso-taller y sus cuentos fueron ampliamente debatidos.

Serrano resiente las críticas sobre su propensión a centrarse en lo que se ha denominado el “cerrado mundo femenino»:

“Es cierto que yo cuento historias de mujeres y eso lo reivindico. Lo que no me gusta es la descalificación que hacen los hombres y la crítica, que es muy misógina».

En verdad la autora ha explotado con reiteración ciertas preocupaciones de la mujer (por ejemplo, hogar, matrimonio, discriminación), dejando fuera una visión más general, y no exclusivamente de género, de la historia, la sociedad y el individuo.

 

 

 

 

LA FELIZ LOCURA DE ESCRIBIR

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La escritora mexicana Ángeles Mastretta es una de las figuras centrales de la narrativa latinoamericana actual. Su obra —traducida a numerosos idiomas— ha ganado el favor del público (muchas novelas han sido superventas) y de la crítica (obtuvo en 1998 el Premio internacional Rómulo Gallegos por Mal de amores).

“No escribo por el éxito o por la venta de libros sino por la necesidad vital de aclarar mis dudas y llegar a todo tipo de públicos. Intento liberar a las personas: busco la justicia, revelo la pasión que nos lleva a enamorarnos de un ser humano o del entorno que nos hace libres, pero que también nos llega a ahogar. También escribo para sentir que me enamoro. Para mí la literatura es una locura permitida que te lleva de viaje por otras vidas”.

Mastretta mantiene una presencia relevante en el ámbito de los medios de comunicación debido a sus posiciones en defensa de la mujer. Se declara feminista convencida y por ello fundó la Unión de Mujeres Antimachistas en la Ciudad de México.

Su novela, Arráncame la vida, y sus cuentos La tía Cristina, Con todo y todo y Media naranja fueron muy bien recibidos por los asistentes al curso-taller.

 

ADORADA POR SUS LECTORES

R1605L_KELLY_TOC[1].jpgUno puede considerarla una mala escritora (como Harold Bloom) o un fenómeno comercial (Elena Poniatowska), pero nadie pudiera negar que sus libros, que se venden por millones, llevan la fórmula del encanto.

Isabel Allende no recibirá el premio Nobel de Literatura ni probablemente el Cervantes, pero es la escritora viva de lengua española más leída del mundo.

Así que sorprende que su novela La casa de los espíritus, y sus cuentos: Dos palabras, Boca de sapo y El huésped de la maestra hayan tenido una aceptación casi unánime dentro del taller.

FEMINISMO ENVENENADO

Ferre_Rosario_04_08_1998[1].jpgA la escritora Rosario Ferre (1938- 2016) le persiguieron las polemicas. Impulsora de la literatura feminista dentro de las letras puertorriqueñas, aboirdo temas explosivos con los que se gano la condena de tirios y troyanos. Fue catalogada, por unos, de «anarquista» y «traidora a su clase social”; por otros de «anexionista» y «colonizada».

Al final, queda su obra, atravesada por su vocacion transgresora y de defensa de la mujer. Sin duda la autora mas importante del siglo XX en Puerto Rico.

 

EL RISUEÑO GENIO DE BRASIL

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La revista Publishhers Weekly la calificó de genio. Pero basta tan solo leer las novelas, cuentos y ensayos, ver disertar a Nélida Piñón (1937, Rio de Janeiro) ante la academia y platicar con los periodistas para detectar enseguida la marca de lo excepcionalmente grande. Y, sin embargo, la ternura y sencillez de este monstruo de las letras brasileñas desarma a cualquier tonto arrogante. De risa fácil y respuesta rápida, la escritora brasileña de origen gallego se interesa por todo y parece saberlo todo.

De ella dijo el escritor mexicano Carlos Fuentes:

La magia de Nélida Piñón consiste en unir imaginación y compasión, para dar a sus personajes y sus lectores una piel con la misma temperatura que la de ellos”.

La novela La dulce canción de Cayetana y los cuentos El revólver de la pasión, Ave del paraíso y Dulcinea permitieron un debate a fondo sobre las distintas manifestaciones que asume el sentimiento del amor: sublime y apacible en ocasiones; desmedida y exuberante en otras: siempre un estado de exaltación interior que bordea o cala la locura.

LITERATURA Y PERIODISMO

To surrender of the prize Alfaguara from Novel to Elena Poniatowska The novel "The skin of the sky " of Elena Poniatowska receives the prize Alfaguara of NovelLa han llamado la “Princesa roja” tanto por su genealogía como por sus inclinaciones políticas. Obtuvo el premio Cervantes en 2013 y entre sus indidables méritos se encuentra haber sabido combinar periodismo y literatura y dar voz a mujeres olvidadas: las famosas y las que no lo son.

De ella ha dicho Carlos Fuentes, coterráneo y también premio Cervantes:

“Poniatowska ha contribuido como pocos escritores a darle a la mujer papel central, pero no sacramental, en nuestra sociedad”.

Su consagración a la literatura es total: “La literatura es mi modo de estar sobre la tierra, ya no puedo hacer ninguna otra cosa. Casi soy una máquina de escribir. A mí me preguntan: ¿a qué horas escribes? Yo digo, bueno, lo único que hago es escribir…”

La presentación de su novela,  La piel del cielo, desperto el interes de los participantes. Pero fueron sus cuentos (El recado, La identidad y Las pachecas) los que desataron encendidos comentarios.

EXPLORADORA DE LO RECÓNDITO

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Indagó sobre los recovecos del alma: lo siniestro, la locura, lo oculto, lo malsano y lo prohibido. Sin duda, una de las cuentistas más destacadas de México. O, para decirlo con las palabras que quiso:

A mí me gustaría estar entre los cuentistas, pero sin distingo de sexo, simplemente con los cuentistas”.

Inés Arredondo fue una escritora laureada; además, se desempeñó como periodista y académica. Su relato largo (noveleta) Opus 123 y los cuentos Estío, La sunamita y Mariana tuvieron una favorable acogida.

Quisiera que en mis historias, más allá del relato, de los hechos que se suceden en el marco del espacio y el tiempo ficticios, hubiera alguna grieta, un espacio que comunique al narrador y al lector que con él colabora, al adentro en el que se produce el misterio, usar como instrumento lo que se relata para encontrar el otro lado de lo mismo para que tenga diferente sentido, tan real como desconocido, que dé luz, que sea una señal. No creo que esta búsqueda lleve con frecuencia a signos alegres o positivos, pero aspiro a que den a los planos de las historias contadas y que vivimos un hálito de trascendencia inmanente”.

 

INTELIGENCIA, VANGUARDIA Y HUMOR

cult-rosario-castellanos-natalicio2[1]Intelectual completa, integral en sus intereses profesionales y literarios (hizo de todo y escribió de todo, siempre de manera brillante), Rosario Castelanos nunca dejó de ser afable y divertida, pese a sus desventuras personales, .

Abordó el tema indígena sin paternalismo ni idealizaciones:

«Uno de sus defectos principales (de la corriente indigenista) reside en considerar el mundo indígena como un mundo exótico en el que los personajes, por ser las víctimas, son poéticos y buenos. Esta simplicidad me causa risa. Los indios son seres humanos absolutamente iguales a los blancos, sólo que colocados en una circunstancia especial y desfavorable… Los indios no me parecen misteriosos ni poéticos. Lo que ocurre es que viven en una miseria atroz.»

Defendió la igualdad de la mujer de manera mesurado, sin caer en el extremismo:

En México, cuando pronunciamos la palabra mujer nos referimos a una criatura dependiente de una autoridad varonil. Ya sea la del padre, la del hermano, la del cónyuge, la del sacerdote».

Su novela, Rito de iniciación, y sus cuentos: Lección de cocina, Los convidados de Agosto y Modesta Gómez, encendieron el debate sobre el papel de la mujer en un mundo dominado por hombres.

UN MITO BRASILEÑO

14.07_Clarice_Lispector_Daniele_Bernardi[1]Reverenciada en Brasil, publicada tempranamente en Estados Unidos y casi desconocida en Hispanoamérica. Clarice Lispector (Chechelnik, Ucrania, 1920-Río de Janeiro, 1977) es considerada uno de los grandes genios de la literatura de todos los tiempos y un clásico del siglo XX.

«Nací para amar a los demás, nací para escribir y para criar a mis hijos. Amar a los demás es tan vasto que incluye incluso perdón para mí misma, con lo que sobra. Amar a los demás es la única salvación individual que conozco: nadie estará perdido si da amor y a veces recibe amor a cambio»

La hora de la Estrella, no siendo una novela convencional, puede desconcertar al lector:

“Los dos ignoraban cómo se pasea. Caminaron bajo la lluvia densa y se detuvieron delante del escaparate de una ferretería… Macabea temerosa de que el silencio ya significase una ruptura, dijo al recién –enamorado: -A mí me gustan mucho los tornillos y los clavos, ¿y a usted?”

Su novela, La hora de la estrella, y los cuentos Amor, Felicidad clandestina y Ruido de pasos dejaron la audiencia con opiniones divididas. ¿Es Lispector hermética, críptica, densa?

Valdría la pena releer novelas y cuentos. Porque si existe una figura que por su originalidad, profundidad y brillo puede pasearse entre lo más selecto de los escritores latinoamericanos es ella.

….

PRESENTACIÓN DE EDNA MORENO

La escritora brasileña Clarice Lispector ha sido un manantial tranquilo y refrescante. Desde que abrí La Hora de la Estrella me sorprendió que dedicara esta novela, no a familiares, amigos o colaboradores, sino a compositores clásicos. Me hace pensar que, además de ser muy creativa, era también muy culta y amaba “sumergirse en la vastedad del mundo musical que no necesitaba ser entendido”. Ella crea un personaje masculino, quien habrá de narrar la historia, porque será en “forma fría” y una mujer es muy sentimental para hacerlo. Este personaje, también nos dice que escribe por desesperación, por cansancio, porque no soporta la rutina, y porque se moriría simbólicamente, si no lo hace. Me parece haber oído palabras parecidas a estas en una entrevista que le hicieron a esta autora.

A diferencia de otros personajes femeninos estudiados en el curso, Macabea es tan simple que solo se conforma con vivir. El narrador nos dice de ella que es “vida primaria que respira”. No posee belleza física ni educación formal. No tiene ni idea sobre higiene personal. Ni siquiera recuerda el nombre de sus padres. Todos los días hace las mismas cosas, como escuchar Radio Reloj. Le gusta el cine, admira a Marilyn Monroe y sueña con ser actriz. Ella misma se describe como mecanógrafa y virgen. Los diálogos con su novio Olímpico tienen un toque de comedia. Macabea muere arrollada por un auto al salir de la consulta de una adivina. Y muere feliz, por todas las cosas buenas que le predijo. Queda tirada en la calle, rodeada de curiosos, de ahí el título de la novela.

Me gustó muchísimo cómo la autora usa una narración sencilla para filosofar sobre el sentido de la vida, la felicidad, Dios, el valor de la soledad, “siempre hay algo mejor para lo que es malo”. En fin, fue maravilloso conocer a Clarice Lispector.